ECHA es el acrónimo de European Council for High Ability, algo así como Consejo Europeo para las Altas Capacidades. Fue fundado el 29 de Mayo de 1987 en Utrecht, por lo que este año ha cumplido sus bodas de plata. Su primera presidenta fue Joan Freeman, investigadora del Reino Unido sobradamente conocida; yo tuve el honor de presidir la Asociación entre 2000 y 2004. Actualmente la presidenta es Kirsi Tirri, gran investigadora finlandesa, cuyo mandato terminará en este próximo Congreso. Si resultase elegido, el próximo presidente podría ser Peter Csermely, bioquímico húngaro que trabaja intensamente en la promoción del talento científico en Europa.
ECHA agrupa a profesores, investigadores y algunos padres interesados en las altas capacidades. El órgano oficial de difusión de la investigación científica es la prestigiosa revista High Ability Studies, que edita Taylor Francis y que está indexada en el Social Sciences Citation Index. Bien, pues todo este exordio es para daros noticia de la conferencia que tendrá lugar la semana próxima en Münster, entre los días 12-15.
Las conferencias de ECHA tienen un tema central que se sigue, más bien menos que más, por los participantes. Se llevan a cabo cada dos años en un país diferente. Yo comencé a asistir en 1994 en Nijmegen; en 1996 en Viena; en 1998 en Oxford; en 2000 en Debrecen (donde fui elegido presidente); en 2002 en Rodas; en 2004 organicé y presidí la conferencia de Pamplona; en 2006 estuvimos en Helsinki; en 2008 en Praga; en 2010 en Paris y esta semana, 2012, estaremos en Münster. Todo un recorrido por Europa, como se ve. La razón, lejos del llamado "turismo científico", es promover e incrementar la sensibilidad de los profesionales y las administraciones en toda Europa, cosa que de momento se logra solo modestamente.
Este año, el tema de la 'Conference' es la educación a lo largo de toda la vida y el programa es muy interesante, como siempre. Se trata de un congreso de investigación, pero también se presentan ideas y trabajos asequibles a los no especialistas.
Una de mis intervenciones en la Conferencia se refiere a las posibilidades de las redes sociales para reducir la distancia que, de ordinario, media entre la investigación educativa y la práctica en las escuelas. Ocurre con muchos aspectos de la educación, pero de manera especial con la educación de los más capaces. Pocos ámbitos estan tan investigados como este y, paradójicamente, es sobre el que existe una ignoracia mayor y un elevado número de tópicos entre los profesores y las administraciones. ¡No será desde luego porque no trabajemos en difundir la investigación y el conocimiento...! Pero ya se ve que no es suficiente dado el escaso eco que nuestros mensajes tienen en unos y otros. En la imagen de la derecha podéis ver la composición del simposio. He de deciros que en éste se puede participar via Twitter Live, en consonancia con el tema. Para que los que quieran puedan hacerlo adecuadamente, en este enlace tenéis acceso a las presentaciones de las distintas personas que participamos. Todo un lujo sin tener que desplazarse a Münster, ¿no os parece?
No obstante, vistas las panorámicas anteriores, no parece que visitar Münster vaya a ser una experiencia poco agradable, a pesar de que se anuncia lluvia y tiempo otoñal.
El viernes participo en otro simposio sobre temas de identificación (Talent Search), que como sabéis vengo trabajando desde hace casi cuatro lustros. Una vez más tengo la ocasión de compartir mi trabajo con personas de relieve mundial en el campo del modelo que vamos a tratar, pues fue en su universidad (Johns Hopkins) donde nació a principios de los años 70 de manos del profesor Julian Cecil Stanley, uno de los psicólogos más eminentes e influyentes del siglo XX (hablaremos de esto otro día). A la derecha, para mayor comodidad, os incluyo una imagen del simposio. En los meses sucesivos iré desgranando el tema de la identificación en general y del Talent Search en particular, aspecto medular de toda la atención a los alumnos más capaces. Por muchas iniciativas que se anuncien de acciones aquí y allá, particularmente las promovidas por las administraciones en favor de los más capaces, mientras no vengan precedidas (o acompañadas) por procesos de identificación globales y sistemáticos que afecten a los cientos de miles de alumnos que esperan que alguien les tienda una mano, poco podremos esperar (basta ver la ridículas cifras de alumnos identificados en España y en algunas CC.AA).
Pero no vamos a terminar con una nota negativa o pesimista. Ojead el programa de ECHA (solo una de los miles de Conferencias que se celebran en el mundo) y veréis que somos muchas las personas que gastamos nuestra vida profesional en una causa que merece la pena. ¡Las personas siempre merecen la pena! Hasta mi vuelta de Alemania.