¿Qué hay de nuevo en todo esto? Probablemente nada; quizá el énfasis que ponemos en ello. Sí que tienen gran importancia el papel que nosotros demos a los conceptos o a los hechos, porque ello articulará nuestro enfoque de la enseñanza, nuestro modo de evaluar, las demandas de aprendizaje, etc.
Como ejemplo claro de lo que señalo rescato unos párrafos de algo que escribí hace unos años refiriéndome a la importancia de sacar al alumno del anonimato y ponerlo en primer plano:
"Lograr una implicación personal a través de la acción es uno de los retos de la educación moderna, que va mucho más allá
de la profusión de medios tecnológicos, como a veces puerilmente se piensa. 'Para saber lo que queremos hacer, tenemos que hacer lo que queremos saber', podríamos decir recordando esta máxima, tan actual, del estagirita. El alumno debe pasar de espectador a protagonista, de sujeto paciente a sujeto agente. La implantación decidida y la integración cabal de las nuevas tecnologías pueden hacer posible esta aparente utopía, pero no porque facilitan el rápido acceso a la información y la hacen asequible; esto siendo mucho, es poco. La importancia de las nuevas tecnologías reside, a mi juicio, en dos aspectos básicos: la diferente función que adquieren en el proceso de enseñanza-aprendizaje profesor y alumno, permitiendo un desarrollo de capacidades diversas, tanto para unos como para otros, y en que el tratamiento de la información ya no es lineal y permite estructuraciones diversas. Por eso la clave ahora es una educación que fomente hábitos intelectuales (sociedad del conocimiento), en lugar de la mera transmisión de conocimientos (sociedad de la información). Lo importante no es lo sabido, sino el saber. 'Lo descriptivo cederá la primera posición a lo metodológico. Lo formativo tendrá mayor relevancia que lo informativo.
El objetivo focal será una intensa y amplia preparación intelectual: aprender a pensar con rigor, hondura y creatividad (Llano, A., 1994)'."
“Lo descriptivo cederá la primera posición a lo metodológico. Lo formativo tendrá mayor relevancia que lo informativo. El objetivo focal será una intensa y amplia preparación intelectual: aprender a pensar con rigor, hondura y creatividad” (Llano, A., 1994, discurso apertura de curso Universidad de Navarra)
¿No están aquí todos los mimbres de la sociedad que ahora comenzamos a llamar conceptual? Lo dejo a vuestra consideración.
En la próxima entrada os ofreceré un infográfico que habla de los cambios que se están produciendo en la transición de la era llamada de la información a una era conceptual. ¿Te lo vas a perder?
1 comentario en «El entorno de aprendizaje en la era conceptual, ¿te suena? (1/2)»
Saludos Javier:
Muy interesante lo que plantea y muy oportuno para incluirlo en un módulo de un Curso de Titulación que estoy impartiendo sobre PLE. Voy a insertar su artículo en el blog que tengo habilitado para el curso.
Gracias.
Mtro. René Victores González