Cada persona necesita desarrollarse al máximo de sus posibilidades, siempre teniendo en cuenta las características que lo definen como ser único. No ofrecer esa oportunidad a las personas que sobresalen en un talento, sería lo mismo que negársela a aquellos que, por algún motivo, tienen dificultades o problemas de aprendizaje.
Los principios de la psicología del desarrollo enseñan claramente lo equivocado de las normas ligadas a la edad. Si bien éstas marcan un estándar evolutivo general para los individuos, no constituyen una pauta determinística de cómo se desarrollarán todas las personas.
Esto es particularmente cierto en el caso de las personas de alta capacidad. Las normas ligadas a la edad, a las que estamos tan acostumbrados en los sistemas educativos centralizados, con un currículo nacional y una escuela fuertemente graduada, son de escaso o nulo interés para los de alta capacidad. Precisamente una de sus características más definitorias es que alteran todas las normas ligadas a la edad. Si no fuera así, muchos de los problemas que se están planteando en estas páginas estarían resueltos.
La cuestión es que su desarrollo sigue pautas y ritmos diferentes a los del resto de los niños, y con frecuencia presentan conductas y competencias cognitivas y afectivas muy superiores a las que corresponden a su edad cronológica.
De aquí, precisamente, muchos de los problemas que presentan en la relación con sus compañeros de edad, con los que les es difícil mantener una conversación de interés mutuo; por eso nos referíamos anteriormente a la necesidad de “compañeros intelectuales” con los que puedan compartir preocupaciones e intereses, y que les ayuden a ver que hay otras personas como ellos mismos.
Por otro lado, no hay que perder de vista la importancia que tiene el ofrecer a estos niños otras posibilidades que vayan más allá de los propios contenidos escolares. Así, atender los intereses que puedan tener en otros campos contribuirá a aumentar su motivación y el desarrollo de sus capacidades.
En suma, y volviendo al principio, el trabajar con ellos de modo distinto y con programas especiales no sólo no impide su desarrollo, sino que favorece que se desarrollen con arreglo a sus particulares necesidades, aunque estas no coincidan, que no lo harán, con su edad cronológica.
3 comentarios en «Mito 9. Crear programas especiales para niños de alta capacidad, o trabajar de manera distinta con ellos es un error, puesto que estamos impidiendo que se desarrollen a un ritmo propio de su edad»
Tal como para los niños con alguna deficiencia de aprendizaje se aplican programas adecuados a sus necesidades, igual debería pasar para los niños con alta capacidad, no debería ser de otra forma, todo esto manteniendo siempre la unidad en el aula y sin hacer sentir a los otros niños inferiores porque no logran están al nivel de los de alta capacidad.
Estimado Javier. ¿Podría hacerle una consulta por privado? Tengo una duda con respecto a mi hija que cumple 4 años en pocos días.
Si, mándame un mail