Es cierto que la diversidad de los talentos y capacidades humanas y cómo se combinan en las personas es muy variable, pero aun teniendo en cuenta esto, no debemos caer en el error de pensar que un niño brillante en una de las áreas académicas, también lo será en el resto. Puede que sí, pero también es posible que tenga dificultades, o que no sea tan brillante como de él se espera.
Este es un aspecto que debe tenerse en cuenta para evitar el crear expectativas poco realistas sobre las personas, que les lleven a tener un sentimiento de fracaso o frustración, cuando simplemente son víctimas, por ejemplo, de unos padres o profesores que les empujan más allá de donde es razonable para su capacidad.
Sería más adecuado hablar de perfiles de competencia, es decir de qué aspectos son los más destacados y cuáles los más débiles en una persona. Ello nos permitiría conducir mejor la acción educativa, potenciando al máximo los puntos fuertes para, apoyándonos en ellos, paliar las posibles deficiencias.
En síntesis, que raramente los niños de alta capacidad destacan en todo el conjunto de dominios académicos. En general tienden a destacar de una forma más clara en un dominio específico a medida que avanzan en edad. Pueden, incluso, ser de alta capacidad en un área académica y tener problemas o dificultades de aprendizaje en otra.
3 comentarios en «Mito 2. Los niños con alta capacidad académica lo son en todas las áreas escolares»
Buenos días Javier y muchas gracias por el artículo,
Imaginemos que dentro del sistema escolar se hiciera un adecuado diagnóstico del perfil competencial de los alumnos (algo así como un retrato adecuado de su nivel en las distintas "inteligencias múltiples"); a partir de ahí:
– ¿Cuál sería la prioridad pedagógica? ¿Potenciar-enriquecer el tipo de inteligencia superior de cada alumno o "paliar" las áreas más deficitarias?
– Bajo una malentendida "igualdad" (no "equidad" como bien señalaba MAG), ¿acaso no hay prejuicios con respecto a potenciar la excelencia en los estudiantes?
Gracias por tu atención, Marcos
1. Ambas cosas: paliar las deficiencias, pero desde luego, potenciar las fortalezas. Más, para mejorar lo deficiente hemos de apoyarnos en los puntos fuertes de las personas. Lo contrario convertiría todo en mediocridad.
2. Claro que hay prejuicios. Este es el gran freno. Hay un antiintelectualismo feroz y una gran obsesión por hacernos creer que la escuela está para hacernos iguales. Eisner decía lo contrario. El sentido común y la justicia también. La escuela está para promover óptimos, y cada uno tiene los suyos. ¿O es que todos jugaremos al final como Nadal? Me temo que no.
Buenos dias, Javier
No podia estar mas de acuerdo con tu ultimo comentario. Refleja al 100% la realidad pero es complicado cambiar eso cuando son los propios maestros los que han convertido su tarea al unico objetivo de conseguir que todos los alumnos sean iguales y como desde luego esta claro que por arriba no se puede es mejor poner cortapisas y hacer que los que mas pueden "esperen" . ¿que podemos hacer los padres ? ¿como conseguimos concienciar a la sociedad de que estos talentos consiguen hacer mejor a todos los que le rodean y que no supen un menoscabo para nadie?
Muchas gracias por tus minutos.
Asistire a tu proxima conferencia en Vigo.