Es importante tener en cuenta que lo que es predicable para un grupo, puede no serlo para un individuo concreto de ese grupo. Por otra parte, hay problemas que no son intrínsecos de la alta capacidad, aunque puedan tener una mayor incidencia en este grupo que en otros. Además, no simplifiquemos las cosas en exceso.
En realidad no existe un “grupo de alta capacidad” como tal. Sería lo mismo que decir que hay un “grupo de personas altas”, incluyendo en él a todos los que miden más de unos determinados centímetros por encima de la media de un país. Parece claro que entre medir 1.80 m ó 2.15 m hay una ostensible diferencia.
Lo mismo ocurre, otra vez análogamente, con las diferencias entre las personas de alta capacidad intelectual, artística, etc. La diversidad entre ellos es enorme, hasta el punto de que las diferencias pueden llegar a ser incluso mayores que entre los alumnos llamados “normales”. Vayamos por partes.
Su ajuste, personal, social, escolar, dependerá del grado en que sus diferencias sean asumidas por ellos mismos en primer lugar y tenidas en cuenta en el ámbito social, familiar y escolar en el que se desenvuelven.
La realidad muestra que son diferentes, y ellos lo saben. Aunque pueden encontrar a otros que muestren su misma pasión por el aprendizaje –necesitan, de hecho, compañeros intelectuales‑, pueden llegar a estar aislados y desanimados y corren el riesgo de ser arrogantes y despectivos con los otros por un lado, o faltos de autoestima, por otro.
El problema, netamente educativo, es doble. De una parte, hay que ayudarles a que asuman su propia diferencia ‑todos somos diferentes en algún grado‑, al tiempo que se les enseña a ser personas que ponen sus talentos al servicio de la comunidad, de sus compañeros, alejando de ellos cualquier noción de superioridad o vanidad. ¿Cuál es el mérito personal que supone el haber nacido más o menos capaz para alguna actividad?
Por otra parte, es importante enseñar a los demás compañeros a aceptarlos como son, pero no haciendo un ejercicio de tolerancia, porque no hay nada que tolerar, sino simplemente aprendiendo a respetar y comprender a las personas tal como son.
Y no es necesario ser muy observador para reconocer ciertos síntomas de intolerancia y, en ocasiones, de desprecio a lo que se aparta de la “norma” tanto en la escuela como en la sociedad.
Es fácil ser líder y popular si uno es buen deportista, por ejemplo, pero no lo es tanto si uno es competente en matemáticas, astronomía, literatura, historia del arte o música. Nuevamente deberíamos preguntarnos, ¿qué valores deseamos promover en la educación?
1 comentario en «Mito 4. Los niños de alta capacidad están mejor ajustados, son más populares y felices que los alumnos medios»
Acá estoy "buceando" en su blog, para seguir encontrando respuestas a mis dudas.. y lo que usted dice al final sobre los valores que deseamos promover en la educación, es lo que a la postre hace que niños con capacidades por encima de la media y de altas capacidades terminen por no estar tan bien "ajustados" socialmente y terminen por darle mayor relevancia a otras cosas… es duro el trabajo, sobre todo si como padres no encuentras buen eco en el colegio…